**Se desregula el precio de las garrafas en medio de una ola de frío**
En un giro drástico y polémico, el gobierno argentino ha desregulado el precio de las garrafas de gas mediante el decreto 446, anunciado por el ministro de desregulación, Sturenegger. Esta decisión se produce en medio de una severa ola polar que ha llevado a cortes de gas en todo el país, dejando a millones de argentinos dependientes de las garrafas para cocinar y calefaccionarse.
A partir de ahora, los precios de las garrafas, que antes rondaban entre 10,500 y 18,000 pesos, estarán sujetos a la libre regulación del mercado, sin intervención estatal. Este cambio se da en un contexto alarmante, donde un 46% de la población depende de garrafas, y la demanda ha aumentado un 30% interanualmente. Los expertos advierten que esta desregulación podría resultar en incrementos de precios drásticos, especialmente con el frío extremo que se vive.
El temor entre los ciudadanos es palpable. La eliminación de precios de referencia podría significar que los costos se disparen hasta 22,000 pesos o más, poniendo en riesgo el acceso a este recurso esencial. Las voces críticas sugieren que, sin un techo regulatorio, los consumidores quedarán a merced de especulaciones y abusos en un mercado ya golpeado por la inflación.
La situación es aún más crítica para aquellos que no pueden afrontar aumentos en sus gastos mensuales. La incertidumbre y el miedo a no poder costear las garrafas durante el invierno se suman a la angustia de un país que enfrenta una crisis energética sin precedentes. La desregulación del precio de las garrafas no solo es un cambio económico; es una batalla por la supervivencia en medio de un invierno helado.