Continúa la crisis por falta de suministro de gas en varias provincias argentinas

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**Crisis de Gas en Argentina: Provincias Aisladas por el Frío Extremo**

La crisis del suministro de gas natural comprimido (GNC) ha dejado a varias provincias argentinas en una situación desesperante, justo en medio de una ola polar que azota el país. Mar del Plata, una de las ciudades más afectadas, ha visto cómo 19 barrios quedaron sin calefacción durante más de 24 horas, exponiendo a sus habitantes a temperaturas bajo cero y condiciones de vida insostenibles.

Los esfuerzos para restablecer el servicio están en marcha, pero la situación sigue siendo crítica. Equipos de la compañía Camusi trabajan intensamente para reconectar el gas casa por casa, mientras los residentes, como Cristina, luchan por mantenerse calientes. “Fue terrible el frío que hacía”, relata angustiada, destacando la falta de calefacción y la desesperación que sienten muchos vecinos.

La demora en la reconexión ha generado un ambiente de alarma y frustración. Los ciudadanos, ante la inacción de las autoridades, han comenzado a buscar soluciones alternativas, aunque esto implica riesgos significativos. “Es muy peligroso”, advierte Cristina, quien se niega a optar por una reconexión no autorizada. Sin embargo, la necesidad apremiante ha llevado a algunos a considerar esta opción, a pesar de los peligros que conlleva.

La crítica hacia el gobierno se intensifica, con voces que señalan la falta de previsión ante una crisis que se veía venir. “Es un desastre”, clama un vecino, mientras otros se preguntan cómo es posible que, en medio de esta emergencia, se liberen los precios del gas, exacerbando aún más la situación. Los precios de las garrafas han aumentado drásticamente, dejando a muchos en una situación económica insostenible.

La crisis de gas en Argentina no solo es un problema de suministro, sino un llamado urgente a la acción. Las autoridades deben actuar rápidamente para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos en medio de este frío extremo. La presión aumenta, y el tiempo se agota.