Consumió la droga que debía vender y lo ejecutaron de varios balazos

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Un joven de 21 años, identificado como Brián Vega, fue ejecutado a balazos en un brutal ajuste de cuentas narco en una zona de venta de drogas. La víctima, adicto a la cocaína y también vendedor de estupefacientes, había consumido la droga que debía comercializar, lo que lo llevó a acumular deudas con sus proveedores. La noche del crimen, cuatro hombres se bajaron de un auto y, sin piedad, le dispararon por la espalda, acabando con su vida en un instante.

El sicario principal, Nadir Infan, de apenas 18 años, fue detenido horas después del asesinato, gracias a la rápida acción de la policía. Este joven, que ya estaba involucrado en el mundo del crimen, no solo era parte de la misma banda que Brián, sino que también lo conocía personalmente. El ataque fue premeditado; los sicarios esperaron el momento oportuno para ejecutar a su víctima, quien no tuvo la oportunidad de defenderse.

La situación es alarmante: los jóvenes se ven atrapados en un ciclo de adicción y crimen, donde la venta de drogas se convierte en un medio para alimentar sus propias adicciones. Este caso no es aislado; refleja una tendencia creciente en la violencia vinculada al narcotráfico, donde incluso los más jóvenes se convierten en ejecutores de crímenes atroces.

La comunidad está en shock tras la noticia, y las autoridades intensifican la búsqueda de los otros cómplices del asesinato. La vida de Brián, marcada por la delincuencia y la adicción, terminó en un acto de violencia que deja al descubierto la cruda realidad del narcotráfico en la región. La policía continúa su investigación para dar con los responsables y evitar que más jóvenes caigan en este oscuro camino.